En este artículo, escrito por Siegrid Holler, Socia de Instiglio en co-autoría con Sebastián Osorio, Socio Adjunto de Instiglio Colombia, y se abordó la importancia de tomar medidas audaces y utilizar los recursos de manera efectiva para hacer frente a las consecuencias críticas del COVID-19. Se resaltó la necesidad de evitar el desperdicio de recursos en un panorama de escasez y se propuso una solución que prometía atender la crisis y mantener mejoras a largo plazo.
La pandemia puso en peligro los sistemas de salud y la economía en muchos países, y se preveía que fuera la peor crisis económica desde la Gran Depresión. En Colombia, las consecuencias podían ser especialmente críticas debido al déficit fiscal y al aumento del desempleo, agravados por la caída de los precios del petróleo, las exportaciones y las remesas.
En el artículo se destacó que no se podía permitir el desperdicio de ningún peso en esta situación apremiante.
“Se necesita que el balance de las medidas de la crisis resulte en una distribución acertada y balanceada entre esta multiplicidad de prioridades, y que haya trasparencia y claridad en los avances de estas medidas y sus resultados.”
Era crucial que las inversiones en el sector de la salud se tradujeran en una reducción de la tasa de mortalidad y morbilidad, que las ayudas a las empresas evitaran la quiebra y mantuvieran el empleo, y que las transferencias de ingresos y las políticas sociales llegaran a quienes más lo necesitaban de manera oportuna. Se enfatizó la importancia de lograr una distribución acertada y balanceada de las medidas de la crisis, así como la necesidad de transparencia y claridad en los avances y resultados de estas medidas.
En el artículo también se destacaron los desafíos que dificultaban lograr resultados óptimos, como la complejidad de los problemas sanitarios, sociales y económicos relacionados con el COVID-19, la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno y los riesgos de corrupción. Además, se argumentó que los enfoques regulares de monitoreo y evaluación eran insuficientes en un contexto de toma de decisiones urgentes.
Se propuso una solución estructural que se basaba en el uso de información en tiempo real para tomar decisiones basadas en resultados y mejorar la implementación de las políticas. Se sugirió el desarrollo de un sistema de información que centralizara datos de diversas fuentes y permitiera el seguimiento de indicadores clave para evaluar el éxito de las políticas de respuesta al COVID-19. Este sistema debía ser diseñado pensando en los resultados prioritarios del Gobierno y debía ser de fácil lectura para facilitar la toma de decisiones.
Se mencionó la importancia de utilizar datos existentes en el ámbito sanitario, social y económico para identificar medidas efectivas de reactivación económica, priorizar inversiones y ajustar planes en diferentes sectores y ciudades. Asimismo, se resaltó que la generación y publicación de información transparente era una herramienta poderosa para la rendición de cuentas y para generar confianza en las instituciones.
El artículo concluyó resaltando que la información y la transparencia eran fundamentales para salvar vidas y maximizar la efectividad del gasto público. Se argumentó que la crisis del COVID-19 había evidenciado problemas estructurales en el manejo de la información y ofrecía una oportunidad para implementar reformas que beneficiaran especialmente a los más vulnerables.